En una sentencia que pasará a la historia constitucional de la República, la CIDH falló contraviniendo todos los valores superiores, fines esenciales, principios fundamentales, y la autodeterminación nacional, cuando con supina ignorancia, desconoce flagrantemente la Constitución Bolivariana de la República, con motivo de las inhabilitaciones administrativas.
El desconocimiento parte de una interpretación erronea en el contexto latinoamericano, de la Constitución Bolivariana y su novel Poder Moral Repúblicano, que está muy lejos con relación al combate de la corrupción en cada uno de los paises vecinos.
Desconocieron de manera flagrante, los tratados internacionales que son ley interna en la República, sobre corrupción, como tambien desconocieron que existen ihabilitaciones politicas, administrativas, penales y hasta profesionales cuando se inhabilita a un profesional por faltas a la etica.
La Sal Constitucional del TSJ tiene la palabra, y estamos seguros que será declarada la violación del estamento constitucional por parte de la CIDH, cuando no conocen de los principios, fines y fundamentos de nuestra Carta Fundamental.
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